Sueño de Radiohead en Buenos Aires

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Buenos Aires fue un marco increíble para recibir los últimos recitales de la gira In Rainbows de Radiohead.

Muchos porteños se agolparon desde tempranas horas de la mañana del martes 24 de marzo en busca de un buen lugar para ver al quinteto de Oxford; bueno, casi sexteto gracias a la compañía de su productor Nigel Godrich, productor de la banda.

El calor otoñal veía crecer una larga fila a las afueras del Club Ciudad de Buenos Aires, que veía como hora tras hora iba curtiéndose de una fauna muy particular de adictos “radioheadmaniácos” que estaban preparados para soportar una sensación térmica de 42 grados y una humedad del 95%.

2:00 p.m.

Radiohead comenzó la prueba de sonido y todos salimos del sopor húmedo y nos deleitamos con las notas lejanas de A Wolf at The Door, Where i end..., Optimistic. Aplausos a lo lejos disimulaban nuestra ansiedad.

buen momento para mi sanduche de miga.

5:00 p.m.

Se abren las puertas, la gente corre...el escenario a 500 metros de las vallas iniciales y un trote cauto hasta el frente del tumulto. Poca requisa de las autoridades...encaletada la cámara.

Comienza la gran espera...

6:15 p.m.

Hace su aparición La Portuaria. Una banda de bajísima calidad nada que decir: pobre, desafinada, malquerida por el público y como todo lo malo: largo, tedioso...el sol al fondo del Rio de la Plata nos recordaba lo lejos que estaba Radiohead del escenario.

7:30 p.m.

Kraftwerk hace su aparición...cuatro figuras vestidas de negro se paran frente a sus laptops (VAIO). Inexpresivos alemanes dejan que su música hipnótica y sus imágenes desbordantes sean el lenguaje.

En mi cabeza retumban las palabras de mi viejo amigo @cinealoido cuando me dice que es el telonero de más alta calidad posible para una banda como Radiohead.




The Model, The Man-Machine, Tour de France, Radioactivity, Music Non Stop..fueron algunas de las piezas seleccionadas para hablar de la historia del tecno alemán...el público tarareaba tímidamente las canciones y sus beats metalizados despedían el sol que se ocultó justo a las 7:30 p.m.

Sorpresa...salen de escena y entran 4 muñecos hidráulicos que interpretaron The Robots...aplausos, imágenes y trajes reflectivos...parcos, inteligentes y misteriosos se retiran después de una hora de concierto.

8:30 p.m.

Todo es confusión, la gente empieza su migración loca hacia el frente. Los pequeños aficionados que como yo habían ocupado un lugar decente se ven enfrentados a un ahogamiento por sofocación. La decisión sabia es relegar la cercanía por el disfrute del concierto en un lugar seguro, más atrás.

El olor medicinal de la marihuana inunda el lugar...demasiada ansiedad.
Arriba, los preparativos: 30 personas corren por doquier para ajustar los pianos, las máquinas, el contrabajo de Greenwood, las guitarras, las cámaras, los leds que colgaban a manera de estalactitas luminosas...todo listo.

9:15 p.m.

Estalla el auditorio...todo se oscurece. La espera termina...un loop de beats inunda el auditorio. 40 mil almas palidecen. Locura total...todos sabíamos que allí estaban, que la espera había terminado, que se venía “15 step”.

Pero el set list nunca es revelado, si hay algo que emocione más Radiohead es renovar cada noche su set list, con algunas predicciones en la carta, pero todo era sorpresa.

15 step
El inicio obligado...saltos y gritos descomunales de Yorke..."porque termino donde comencé" y todo es confusión...el sonido impecable todo parece vibrar y conspirar. Al fondo los aviones despegan, aterrizan y las lágrimas de muchos ruedan...

Electrocución en curso...Yorke es un artista. Ensimismado despliega toda clase de movimientos arrítmicos que los más obtusos comprendemos.
Nada de lambetazos: ahí está Radiohead, solo Radiohead y la locura está implícita en sus pasos.

Radiohead es gigante. Llena todos los espacios. Hace todas las presencias e intimida hasta el fondo profundo de tus huesos. te llega al paladar, entra por la garganta, invade tu estomago y estalla en el centro de tus tripas...despide tus pedazos al unísono y al final decides no cantar, porque tu voz, la misma que los vitorea, se quiebra al contacto con aire.

Airbag
La tercera guerra mundial. Los alaridos externalistas del OK COMPUTER tocan fondo. La Guitarra de Greenwood se hace sentir...todos escuchamos el punteo de Ed.

There There
Una de las mejores interpretaciones de la noche...tambores y guitarra desafinada...excelente preámbulo para All i Need, que se convirtió en el primer himno de la noche al concentrar todas las voces en coro..."im in the middle of your picture"...pasa por la garganta como el primer coro melancólico.

Alto las máquinas...suenan los acordes emblemáticos de KID A un tema poco común en sus setlist y que personalmente (creo) marca el estilo perfecto de la obra que lleva el mismo nombre: el álbum que los elevó a reinventarse a mirar hacia dentro, a celebrar la invención del sonido único de una época sin ideas, en la que había que dejar atrás los imitadores que se producían a granel como jorobas en la espalda.
Kid A, sorprendió, magnífica manipulación de voces y una batería secuenciada con aportes de todos..un solo cuerpo.

A continuación los himnos que los convirtieron en banda "estadio". Aquí hay que anotar que cuando comenzaba una canción la audiencia exclamaba al unísono un "ahhhhhhhhhhhhhh" que llegaba a las venas...una expresión que significaba: "sí, esa es...esa es la mía".

Karma Police fue coreada a pulmón y muchos vecinos reventaron en llanto mientras coreaban el estribillo genial. Sigue Nude, hija prodigio del Ok Cumputer y pegadiza melodía con frases que nos llevan a resindir la codicia de tener "grandes ideas".

Weird Fishes/Arpeggi le continuo cumpliendo la promesa de tocar el arcoiris para comenzar con los frenéticos National Anthem (que fue abierto por la difusa emisión de una emisora bonaerense sintonizada a drede por Greenwood).

National Anthem merece siempre un capítulo aparte, es el momento de empezar a rayarse...pues apoyados en sus pantallas gigantes con recuadros personalizados y luces multicolores solo dejaban en el aire la idea epiléptica que Yorke transmitía al repetir un estribillo tan corto como pegadizo.
Que buen puente para pasar a The Gloaming, eléctrica, pegajosa, loca, loca, tres mil veces loca...provoca toda clase de movimientos irregulares...punto cumbre de notas dispares.

Otro Himno en escena: No Suprises : todos cantan enternecidos...gran interpretación..."No alarms...no suprises" una canción al poder, una proclama pasivo agresiva..."estamos acá, qué harán?"

Modo: Cayendo de la pirámide

Inesperada, Pyramid Song puso un punto muy alto en el recital: quietos, todos quietos para ver a Jonny Greenwood tocar con un arco su guitarra Fender (al estilo Sigur Rós)...sonidos espaciales...el piano de Thom y el contrabajo de Greenwood le hacían quejas a Ed...sideral: una de las mejores de la noche.

Deshecho...en pedazos y sin recuperar el aliento apareció Street Spirit, para recordarnos The Bends...Desvaneciéndose lentamente, majestuosa voz alta y madura de Yorke...los coros bajos de Ed remataron. Demasiado emocional. 20 minutos de navegación y cuesta abajo.

Para subir los pronósticos: Jigsaw Falling Into Place, una de las mejores de In Rainbows: Rock and Roll para volver a vivir, rearmando los pedazos.


Coda: Del techo al océano

Recta final del plato fuerte: Idioteque. ..loca, desmesurada. Parece que de tanto escucharse pierde sabor, pero Yorke en sus saltos desesperados parece darle vida a una obra inquieta que rompe la cortina y deja ver los pedazos.
Saltando. Saltando, para llegar a Bodysnatchers...para cumplir con la obligación de interpretar todo el arcoíris.

El auditorio enmudeció cuando Ed O´Brien dice en atropellado español: "Esta noche es un sueño vuelto realidad, sabemos que hoy es un día importante en Argentina que marca el aniversario del golpe militar, queremos dedicar esta canción a todas las victimas que sufrieron, a los que perdieron a sus seres queridos, a los que fueron torturados, a los que desaparecieron esto es How To Disappear Completely"

Muerte...aplausos. El corazón se quiere salir...el momento más emotivo de la noche. Las pantallas muestran un pulso...lento.."that there, thats not me...im not here".

Personalmente, el momento de la noche, infarto...los órganos.

Fin del primer acto.

Regresan a escena acosados por los coros argentinos..."grosso Radiohead".

Preparados para el vuelo entra "Videotape"  un beat suave, linda...melódica...es una preparación para "Paranoid Android" , una de las populares sonatas apocalípticas de los años 90 estremece el público que se tambalea...salta, maúlla con la frase lapidaria "When I am king, you will be first against the wall".

Estridente y enloquecedora, pero impecable...nítida.

Siguiendo con el arcoíris, "House of Cards" trajo los recuerdos de los sueños que se han roto...y afinado como nunca antes, Yorke casi que puede ver el final de sus más de 50 recitales por todo el mundo...y por supuesto llegó "Reckoner" con sus percusiones y punteos lejanos...para subir a "Planet Telex"  con impecable memoria...en mi opinión, una inesperada sorpresa, pero toda una justificación de por qué sus imitadores más sanos se han derivado del Bends...Planet Telex es rock, es una última declaración de los 90.

Saliendo de escena...no dejan pasar mucho tiempo para regresar con el segundo Encore.


Modo lento, fade out...

"Go Slowly"  sorprendió...inexplicable "b side" de In Rainbows dejo caer lágrimas, inesperada, toda una sorpresa...una pálida y delgada argentina que estaba a mi lado gritaba histérica "la mía! la mía! dámela! dámela!" toda suya...melancolía, suspiros.

Subiendo la nota llegó "2+2=5" una obra iracunda contra los Estados, "el Estado" , una declaración de guerra...para decir que "si me da la gana, para mi...la realidad es lo que yo quiero hacer de ella" y pues, eso sucedió: explotó una canción pesada..cargada, el más duro sonido de la noche. Yorke se seguía sacudiendo...sacando el diablo (o metiéndoselo).

Para acabar el tercer acto, "Everything In Its Right Place" como para bailarla..eterna, sampleada...hermosa...siempre va a ser un cierre enérgico, para recordar que "permanecen" que les dejan a sus fans todo en la memoria, una experiencia.

Salen, aplaudo, grito, silbo, siento salir el último rayo de energía de mi cuerpo...y digo "gracias al universo que se les olvidó Creep", pues ya la habían tocado en México y Brasil...

Pero allí estaban, arriba de nuevo con su tema 26 del playlist para decir..."no la olvidamos y acá está para ustedes, así la queramos dejar atrás".

Fin. Aplausos...agotamiento. El alma se reconforta y no sobra picarse los ojos para saber que todo fue real.

La noche porteña apenas quiere comenzar...calor, humedad, cansancio. Un sueño que se deja tocar, se deja cantar: eso es Radiohead: una de las mejores y más elaboradas puestas en escena de la música. Sincronismo, virtuosismo...acompañado del mejor marco: Buenos Aires.


Radiohead ofreció una experiencia sublime para 40 mil almas que vibraron con todo su ambiente: sus cámaras subjetivas en las gigantes pantallas, un sonido amplificado a la perfección, una voz madura y curtida que repetía "gracias" con expresión estupefacta, un grupo de artistas muy humanos que saben que nuestra memoria los honrará por el resto de nuestros días.

El resto, como todos mis recuerdos: una ficción.

Mis fotos de Buenos Aires, están por acá.