A priori

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Antes viene siempre comiéndome. Maldición. Suben por la ventana extrañas formas y empiezan a pedir perdón…para nada, hoy no hay mercado, no hay banda y la vida se compuso al verte volver de lejos. Cuanto nos divertimos al alba! Cuanto le debemos al fisco! Huye mientras cuento. Cuatro, cinco, seis. Pi. 

Entonces al final una orda de gente persigue lo uno debería perseguir y uno se queda parado al borde la carretera pidiendo un aventón al más allá porque uno se lo impide por educación. Igual que poner los codos sobre la mesa. Buenos días.

Maltratando "A Wolf at the Door" de Radiohead

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Arrástralo fuera de la ventana.
Arrastrando tu cadáver cantando te extraño. Serpientes y escaleras. Da vuelta la tapa, afuera aparece el maleante te pega en la cabeza te acuchilla en la nuca te patea los dientes...dedales de acero para los pies... se roba tus tarjetas de crédito párate, toma la pistola, toma los huevos ponte el flan en la cara, el flan en la cara, el flan en la cara, baila maldito baila maldito no te atrevas, no te atrevas no te pongas el flan en la cara tómalo con el amor que llega saboréalo con un poco de sal llévaselo al cobrador de impuestos déjame volver, déjame volver prometo ser bueno no mires en el espejo la cara que no puedes reconocer ayúdame a llamar al doctor ponme dentro Mantengo al lobo lejos de la puerta pero me llama me llama por teléfono me dice que de cualquier forma me va a arruinar secuestrará a mis hijos si no pago el rescate pero nunca los verési llamo a la policía Caminando como una grúa gigante y con mis ojos de rayos-x te desnudo en un pequeño mundo apretado y estás en la lista? esposas sustitutas y quiénes somos para quejarnos?
Inversiones y proveedores, inversiones y proveedores, esposas frías y amantes esposas frías y diarios dominicales pueblerinos en primera clase no saben que hemos nacido Solo saben que alguién más va a venir y limpiaránacidos y criados para hacerlo oh, desearía que te levantes lo tomes, te levantes, lo tomes y apagues la cinta.

¡Un, dos, tres...por la gorda!

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Pasiando por Medellín uno se toma el tiempo de pensar a cada rato. Los ambientes se vuelven paisajes y los paisajes se vuelven objeto de reflexiones de todos los tipos...
En esta ocasión, mi amigo personal y cercano compañero de trabajo, el bien conocido Yan Camilo Vergara, escribe unas buenas líneas sobre una gorda. Otra razón para gugliarlo.
Les dejo para que agarren.


Yan Camilo Vergara
yan_camilov@hotmail.com


Cuando Medellín se olvidó de las dieciséis baldosas sobre las cuales colocaron “La Gorda” de Botero, dejó en claro que continuaría invadiéndose a ella misma como la narcisista que no resiste verse menos bella que su reflejo y opta por adornar una y otra vez su apariencia exterior.

-Cinco cuarenta y ocho -¿Qué? ¡Eso qué!, lo hago en chance ¿o qué? –Que faltan doce para las seis hombre –Ah vio que ahora sí le enendí, esos numeritos tan exactos… ¿Va a tomar tintico- Empezando el día y yo estrellado con este viejito que parece salido de un cuento de Tomás Carrasquilla. Es que espere y verá que no exagero:

Después de bajar los ochenta y siete escalones que separan la plataforma del Metro del Parque de Berrio y uno se topa con unas botas blancas de charol, y sube muy despacio la cabeza como asustado, y le parece que las botas se mimetizan con el Jean blanco estrecho, metido con bolsa, y llega hasta una ruana verde, un tabaco, un sombrero costeño y rostro barbado; se da cuenta que sólo puede estar en Medellín, la verdad es que al fondo también se ve la gorda, pero bueno…

-¡Pues sí! hagámosle al tintico- Como todo buen mago criollo este viejito armó su negocio en 3 segundos. Debajo de la ruana sacó 4 termos de tinto, 2 cajas de madera, de esas en las que empacan aguacate y tomate, unos vasitos desechables y listo; el viejito sentado sirviendo tinto.

-¿Qué hace por acá tan temprano juventud?- Pregunta Don Rogelio Velásquez mientras se presenta dándome un apretón de manos muy fuerte. –Pues no Don Rogelio por aquí inaugurándole el negocio hoy Viernes cultural… Silencio sepulcral, pago el tinto y me voy.
200 pesos menos, un quemón en la lengua y mucho frío. Seis cero ocho, otro número para el chance, viejo loco.

Caminando muy despacio bajo el viaducto del metro, es posible encontrarse una moneda de cincuenta pesos, pero de las grandes, a su lado un inmenso tapete humano de pequeños hombrecitos que la ciudad acoge en la noche y excluye en el día. 

La aurora llega y es hora de comenzar el turno de celadores de sus vidas, esas mismas que tras la botella de pegante buscan engañar para no sentirse muertos… Uno a uno dejan la corteza de la ciudad como si perdieran la gravedad o alguien, allá arriba, jugara con sus vidas ¿un titiritero tal vez? Saliendo de aquel túnel de cemento, es posible toparse con una calle adoquinada y estrecha, cuatro taxis inauguran la fila que tres minutos después supera los diez, el vaho de la mañana se acompaña por una densa capa de humo del Pielroja sin filtro que comparten los taxistas, el olor a café me hace arder la lengua, como en un vía crucis cada uno empuja su carro apagado.

Uno, dos, tres, cuatro ancianos sostienen a su manera el árbol que comparten recostando sus espaldas. ¡Un momento!, parece que uno de los árboles ya es grandecito y puede erguirse en el arribo de la nueva mañana como un posible resguardo para cualquier transeunte. Sin embargo, aquellos que le practican la orinoterapia a la naturaleza, también madrugan y se ahorran los doscientos pesos del baño que les puede hacer falta para el metro o el bus; una tula azul y la pala aguardan al extasiado sujeto.

Parece que cada uno de los pasajeros humanos del centro decidiera colocarse allí, en cualquier lugar del espacio. Con tan sólo abrir y cerrar los ojos, es posible multiplicar las personas y los carros que van invadiendo el espacio como si dejaras al azar el tiempo presente pero fragmentado y con un lapsus como el pensamiento.

Seis veintitrés de la mañana. Un perro, un gato, tres caballos, un jinete, un niño y su mamá; están gorditos, pero se sienten parte de la ciudad, pertenecen a ella, la representan. Inocentemente envidiadas por los fotógrafos de las cámaras instantáneas, cada escultura de botero se muestra imponente en la imagen de quien la goza como un trofeo de la plaza. 

En un instante cada una de las obras, agazapadas en el fuerte que conforman el Palacio de la Cultura, el Hotel Nutibara, la Iglesia de la Veracruz, el Museo de Antioquia y el Metro, nacen para la ciudad como esa nueva cara de la metrópoli que acaba inventarse emergiendo de la noche como un tablero de ajedrez en donde los movimientos están condicionados por la razón y la estrategia. 
De esta forma, una mujer se mira en el espejo, un torso continúa sin cabeza y Adán y Eva dan la espalda al sol que les descubre. Un juego de rol en donde la reina y el rey, la luna y el sol actúan para concretar el jaque mate; sólo sucede.

Seis cuarenta y cinco… Y la gorda sigue allá, sola.



Viajes cortos 1

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Después de una atracada...viene la calma.

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Sopresa para los que no sabían de mi antes de este mail. Saludos para aquellos asiduos amigos. Recuerdo a los que están en otros países y añoran esta ciudad.

El día de hoy, exactamente a las 6:12 a.m, este parroquiano se dirigía a la UPB a dictar su acostumbrada cátedra en la Fac. de Comunicación Social. Siempre me voy en mi auto, pero esta vez, con pico y placa, decidí emprender a pie los escasos 700 metros que me separan del aula de clase...hay que aclarar que es el ÚNICO DÍA que voy a pie.

A una cuadra de mi hogar, tres facinerosos me acorralaron y me despojaron de mi teléfono celular dejándome un punzón de puñal marcado en la cintura (un dibujo para los más entendidos en el argot de la calle), y tres puños anatómicamente bien distribuidos en el brazo, abdomen y hombro, cosas de la escuela del hampa, digo yo.

Los facinerosos no contentos con el hurto, me dejaron en el piso mientras huían arengando en contra de mi condición.

Lo mejor está por venir, no se despegue.

Acudiendo a un sentido curioso, le compré a Ramón (el que vende minutos en la entrada de la UPB), unos minutos para llamarme (llamarlos...pues ya era su celular), y curiosear sobre si era posible se me devolviera el teléfono (sí claro), con la sorpresa de que al otro lado parecía que alguien me esperaba.

Transcribo apartes del atracador contestando, agregando detalles de lingüísticos de importancia de color:

"Sos vos gonorrea, pa que sepas tu celular está una chimba.. cuánto te valió pirobo, sabes que..me caiste bien, si quiere nea, se lo devuelvo si me da 200 mil lucas, sino piérdalo"

A lo que conteste diplomáticamente:

"Um, llevo 30 mil en la billetera, si quiere son suyos", acudiendo a una vena creativa y tacaña.

El "artista" agregó:

"Desde acá te estoy viendo, no me salgás con raras que te hubiera robado la billetera perro, si me vas a echar los tombos tengo 3 manes enfierraos que te están esperando".

Al ver lo complejo de su predicamento, le digo que espere mi llamada que le compro el celular.

Total al final terminé por cancelar la línea pero el facineroso parece seleccionó alguno de mis preciados contactos y los está llamando a "saludar", así que absténgase de dar sus datos o de ser amable, que muy seguramente NO SOY YO y si soy, lo sabrá.

Pues bien, a estas horas le pido me envíe su número a donde le quede fácil: mail, blog, teitter, last, feisbukk..para que vuelva a recuperar lo que me duele: haberlo perdido de mi extensa pero importante lista de contactos, la misma que me ha hecho decir "lo importante no es saber, si no saber quién sabe"

Un comentario final:

Medellín no es inseguro! que va!, pero esa percepción si que le está dando "seguridad" a los FACINEROSOS para moverse tranquilamente por las calles.
O simplemente diga como dijo el Sargento Otálvaro cuando me recibió la denuncia (historia aparte): "Es que hay mucha desigualdad social, son pelaos necesitados, que hasta cabeza de familia serán"...sí claro..

Y una denuncia: Los alrededores de las universidades son verdaderos campos de batalla para los incautos y desprevenidos transeúntes estudiantiles, muchos alumnos me han dicho que les han abordado "ex desmovilizados" pidiendo colaboración a su causa, que los están "cuidando"..otros han llegado a clase sin zapatos...atracos por doquier.

Un celular vale huevo, pero este paseo se está poniendo maluco sino denunciamos y hacemos algo, si no somos solidarios y ayudamos cuando vemos a alguien caer en desgracia..como me dijo un tipo en la policía..."el otro podrías ser vos, nea", así que ahí les dejo.

Desde mi hogar le deseo un feliz día y pilas manden el número de contacto.

más información en raigohead.blogspot.com