Cortos cuentos cuentan cosas curiosas (parte 3)

Alma

Acabo de regresar de la vieja oficina de créditos. El joven al otro lado de la mesa me ofreció amplias variedades de bebidas para comprar mi paciencia mientras fingía hablar con alguien importante en su intercomunicador alámbrico. Opté por el café: sabe a montaña, le dije. La humedad me sofocaba.

Traté de parecer amable cuando le expliqué que a pesar de mi salario soy buena persona y que lo que pido no son tantos miles como él cree. Su corbatita delgada parece un minutero...eterno.

La expresión de su rostro cambió radicalmente cuando sumamos mis ganancias; parecía decirme...”¿quién vive con esos peniques?”... y como soy tan buen mentalista le expliqué que realmente es algo sencillo vivir a pesar de los afanes, el lujo y los grandes autos.

Inesperadamente saqué de mi maleta algunas de mis fotos y sus ojos centellearon levemente como si de verdad tuviera alma. De nada sirvió mi gesto enternecedor para comprar puntos adicionales para acceder a mi crédito.

Haciendo un gesto marcial agarré mi sombrero y me levanté sonriendo...pensando en que la iglesia podría ofrecerme más indulgencias, pues no me retraso en los diezmos; pero aquel sujeto inerte lanzó su última puñalada diciéndome...”le quedan años para hacérse un historial...porque a estas alturas... nadie cree en usted”.

Aún sonriendo, regresé lentamente a mi casa, lucubrando sobre aquel suceso...y ahora sentado contemplo la foto a blanco y negro sobre la chimenea donde hace días jugaba a tener alma.

1 comentarios :: Cortos cuentos cuentan cosas curiosas (parte 3)

  1. como ya dije, genial. Creo que es oficial, soy adicta a este tipo de cuentos cortos.