Cortos cuentos cuentan cosas curiosas (parte 2)

Cazado

Mientras busco un viejo diario en el ático, encuentro una gran caja cartón llena de carpetas, las cuales, a su vez, están llenas de notas que hice alguna vez sobre la construcción de un kit de punción emocional.

El hallazgo pareció ser providencial: mi vida amorosa está hecha pedazos. Construida completamente a base de medias verdades, intuiciones fabricadas y urgencias vagamente rememoradas, mi vida privada está claramente en desesperada necesidad de reparación. Y alguna vez necesité de un kit de perforación emocional, es en esta coyuntura.

Desafortunadamente necesito localizar muchas partes para construir el kit de perforación, y a pesar de muchas súplicas telefónicas a varias ferreterías, verduleros, encuadernadores, tiendas de papelería y carniceros, no puedo ensamblar el kit.

Miro fuera de la ventana, y noto que un grupo de hojas vuela frente a la casa. Esta vista se añade a mi creciente depresión, y me apresuro a ir al pueblo para buscar activamente las partes que necesito.
Un prestamista llama mi atención. Entro en la húmeda tienda. Le explico mi predicamento al delgado hombre detrás de la reja, y él me enseña una caja que alberga a unos roedores pequeños.
El prestamista me dice que los roedores puede que no reemplacen a mi vida amorosa, pero que me amarán si yo los amo. Y si yo no los amo, ellos me castigarán con sus afilados y puntiagudos dientes.

Sin saber bien el por qué, compré los roedores y me apresuré a mi casa. Una vez allí, les dije cosas dulces y les di leche.

Más tarde regresó mi esposa. Parecía que había vendido con éxito mi viejo diario a un importante editor. Estoy extrañamente imperturbable, pero bien, tengo a mis roedores.

SD

0 comentarios :: Cortos cuentos cuentan cosas curiosas (parte 2)