¿Cómo es perder la Virginidad?

A continuación publico una extensa crónica que realicé hace un tiempo a un par de amigos (a quienes le protejo la verdadera identidad), quienes perdieron su virginal manto sexual en unas condiciones bien particulares.

La narración está a cargo de ellos mismos (si así podemos decirlo)... y la estructura desafía levemente las leyes del tiempo y el espacio...bueno, por lo menos deja cosas que pensar en cuanto a lo clásico...les recomiendo que cuando sea leída escuchen las pegajosas tonadas ochenteras que acompañan el relato...es algo así como un viaje musical al delicado mundo de las casa de burlesque y prostibulos barriales de nuestra ciudad.

Espero sus comentarios.

Buen viaje.

***

(El siguiente texto contiene lenguaje no apto para menores de edad (aplica para edades mentales). Se recomienda sea leído en compañía de personas que orienten su contenido. No compromete la identidad y principios de los medios donde se ha publicado, sólo a su autor, a quien poco o nada le importan las reacciones moralistas que posiblemente provoque.)

Perder la virginidad
Una crónica musicalizada con un intro, dos actos y un final silencioso.


Por
Andrés Raigosa
raigohead@hotmail.com


“Cuando Mónica lo chupaba parecía no tener dientes, me gustaba más su coño que su boca…se apartó justo cuando estaba a punto de eyacular. Trate de frenarlo pero era tarde. La baba caliente se escurrió entre mis piernas y sentí vacío revuelto con miedo y luego el miedo se tragó el vacío”
Efraim Medina
Érase una vez el amor pero tuve que matarlo

Intro
“Están lloviendo hombres”
(It’s raining men)


“Cuando conocí a Monsalve no me imagine que terminaría en esas. Sudando de los nervios, parado frente a ese sitio. No se, me lo imaginaba diferente. Como en las películas: con un man vestido muy elegante con sombrero de copa, traje de noche y un monóculo, que dejaba ver con las puertas entreabiertas las bellezas en el interior del bar…como en el Molino Rojo, con esa chimba de Nicole Kidman montada en un columpio repartiendo picos.

Pero nada. No había molinos ni señores de sombrero, sólo una puerta de madera, como de casa de vieja, a donde ya habían entrado tres manes con dos gordas que no se parecían en nada a Nicole.
Conmigo está Monsalve, el que me había envenenado toda la semana para que lo acompañara hasta allá. Que susto tan hijueputa, estaba cagado, pero no demostré nada. Veníamos decididos y con una media de ron encima. Pura valentía.

Aquella vaina no parecía un putiadero. Parecía más bien una casa de barrio, con ventanas de madera cafés y una puerta de iglesia con una ventanita como pa pillar la gente que tocaba. Nos acercamos uno detrás del otro. Me acuerdo que ese día hasta barros tenía…que trauma, con esa cara de adolescente, con ese peinaito engominao…de una iban a saber que íbamos con ganas de perder la virginidad.

Monsalve, siempre tan líder, tocó la puerta gigante de madera. De una se asomó un man por la puertica, apenas se le veían los ojitos y las luces al fondo. Como que reconoció a Monsalve y nos abrió. Con esa expresión reparona nos esculcó contra la pared.
Adentro era una casita, con su buena sala, el comedor, la cocina, patio, pero sin nada de muebles, solamente forrado de mesas, casi llenote de gente. Un humero el HP.

En lo que era la sala había una plataformita alumbrada con luces de colores y giratorias donde una mona trozonga, toda pintoretiada, bailaba esa canción “Están lloviendo hombres”, como sin ganas, ya casi se había quitado toda la ropita y las tetas se movían al ritmo de la música, todas caídas.

Le faltaba por quitarse una tanga roja brillante, hilo dental…cuando ¡juaz! Se la quitó y se le vio todo….a mi se me aceleró la respiración y abrí los ojos de par en par, no podía dejar de verle la chimba, luego casi por instinto con mi mano me sobé la cara…Monsalve andaba en la misma…entrando y de una encontrarnos con esa escena…que shock, entonces nos sentamos en una mesita medio lejitos del show.

Yo sentía las miradas de todo el mundo, esos ojos brillantes, ese bombillito rojo del cigarrillo se veía en todas partes, en varios espejos que había repartidos en las paredes y ese olor a densidad, como a sudor, a humo, a humedad. Mero lío.

Se dejó venir una mesera y nos preguntó lo de rigor. Estaba gordita pero buena, aguantaba…me inspiraba como ternura, no se, hasta creí que se me parecía a alguien. Miraba pa’ todas partes como inquieto, como buscando a alguien. Me imagino con cara como de arrepentido, arrugando la frente y con una sobadera de la cabeza ni la hijueputa. Que vicio tan marica tenía.
La música chis pun sonaba muy duro, si hubiéramos querido conversar no hubiéramos podido. Estábamos pegados a la silla.

Cómo era posible, yo David, a mis 17 años y ya metido en un putiadero, en vez de haber esperado a que a Anita algún le hubiera dado la gana de dármelo, pero bueno…allá estaba.

-Media de ron, mona.”




Primer acto:
“La araña”

Monsalve. 11:00 p.m.


“-Hola papis. Tan solitos, necesitan compañía…

Fue lo que medio le entendí a esa flaca. Una vieja pelinegra, de blue jean oscurito, de pelo negro liso, unos ojos chiquitos con pestañas largas y gruesotas…me gustó de una, hasta se me paró…todo rígido estaba cuando se acercó la nena…le vi varios tatuajes, le sentí el olor, como a perfume sudado. Me dijo en el oído: “me llamo la araña, ¿quieres saber por qué?”.

La araña se sentó en la mesa. Jajaja, ¡puso sus patas en la mesa! Arrastró una silla y se parchó al lado mío. Me la dedicó, me cogía de la mano…¡uff! y a mi se iba subiendo la temperatura, me imaginaba yo montado en esa vieja, flaquita, dándole. Que rico iniciarme con esta hembra.

A David le cayeron dos nenas nada feas. Me concentré en la Araña. Ese ron me estaba haciendo como efecto y ya la pena se me había bajado. Empecé a coquetear con la flaca. Todas eran bonitas. Antes, cuando mi tío me había invitado conocí varias de sus “amigas”, pero nada de nada. Me quedé con las ganas.

La Araña me lamía la oreja y con las manos me tocaba las guevas, me manosiaba bravamente. Yo le metía la mano entre su blusita negra transparentosa. Disimulao. No quería pasar por guevón. Estaba ya predoleto. Hasta que la nena me dijo que nos subiéramos a un cuartico, que por ser “sardino” me lo dejaba más económico. Yo, en medio de mi prenda…y con los condones en la chaqueta emputé con ella pa’l cuartico. David andaba de conversa con sus nenas. Me le volé antes de que dijera algo.

Subimos las escalas cogiditos de la mano. La música sonaba, nada más ni nada menos que “Ace of Base” (creo), el clásico “all that she wants”. Me latía el corazón a mil…no dejaba de pensar en todo: en mi primera vez, en que la vieja tuviera Sida o una gonorrea bien trepadora, en mi novia, en lo que les iba a contar a mis amigos del colegio, en fin en todo. Ya estaba metido en eso.

Por un corredor oscuro caminamos hasta la pieza. Ella me soltó y abrió. Prendió una lucecita en el nocherito y la camita se dejó medio ver. Ella se me lanzó y me empezó a chupar el cuello mientras me quitaba los jeans. Que nervios. Ella sabía de mis nervios y me decía cosas como: “tranquilo papi que soy la mejor”…“relajáte que estas muy bueno” o “me lo voy a comer a mordiscos”.

Me empelotó…bajó desde mi cuello hasta “él”. Me lo cogió con las dos manos y se lo metió en la boca…me lo estaba mamando…no lo podía creer…yo sentí que me elevaba, que su boca caliente me quería tragar. Yo le cogí la cabeza con las manos…que placer.
Luego se quitó la ropa y me empujó a la cama. Ahí empezó todo…pensé que todo pasaría como lo había visto tantas veces en las películas porno y las revistas. Me puso el condón y gas gas que pa dentro vas…

Me tiró a la cama y allí se me lanzó encima…me lo cogió con una mano y se lo metió…yo estaba tan ansioso, tan caliente…”




Segundo acto:
“Maritza”
David. 11:00 p.m


“Monsalve estaba muy entretenido con su nena, la tal Araña. Pa’ que pero estaba buena. Cuando se dejaron venir un par de morenas. Una flaca como desgarbada, de blusita escotada blanca y labios rojos: toda una chocoana. Y otra trigueñita como trozuda, carnosa, lo más de comestible. Con unos jeans desgastados y pelito cortico. Yo le dije con mi tono galán “me llamo David” y ella se presentó: “Maritza”.

Maritza se tomó dos rones conmigo, mientras la otra sentada en la sillita plegable fumaba toda despreocupada de mí. Estaba medio borrachín y relajado y todo conversador, hablando maricadas como de la música, de lo que iba estudiar y de lo bella que me parecía ella. De un momento a otro Maritza, toda calladita me cogió de la mano, se paró y me arrastró detrás de ella, me subió al segundo piso. Mientras subiamos las escaleras yo pensaba muchas cosas, eran como disparos de flashes, mejor dicho, el tiempo corría lentamente…jajaja, era como de película, de fondo sonaba una baladita de esas bonitas, “Eclipse total del amor”. Mejor dicho era ahora o nunca, me dije.

Me llevó hasta el final del corredor alfombrado y abrió la puertica, prendió un pequeño bombillo azuloso y me agarró de las dos manos, me sentó en la cama (bien tendida) y se arrodilló. Me abrió la bragueta del blue jean mirándome con cara de picardía, se pasaba la lengua por los labios. Había mucho silencio en el lugar, no hablábamos. Una vez abrió la cuestión me empezó a hacer sexo oral…pero que locura. Yo me retorcía en la camita mientras ella hacía sus malabares. Era una combinación entre miedo y placer…me preocupaba que alguien abriera la puerta, que alguien me viera, todo…pero luego se me subieron los calores y me concentré en esa sensación…como un sube y baja….como en los juegos que hacia con su lengua, recorriéndome desde abajo hasta la punta, en donde sentí que el mundo se me acababa.

Ella no se detenía, cada vez me lo mamaba más rápido, casi me dolía…la ropa me estorbaba, estaba sudando, mejor dicho…era demasiado rápido…no llevábamos más de 15 minutos en el cuartico cuando empecé a sentir un vacío en el estómago, se me aceleraba la respiración, se me secaba la boca y sin avisar ¡¡¡chun!!! Me le vine en la boca, pero ella no paraba de succionar…”



Final
Sólo silencio
11:45 p.m


Monsalve

“La araña me sacudió, me decía palabras mientras yo estaba acostado boca arriba viendo como se sacudía del supuesto placer…yo calladito le dejé el trabajo sucio…a veces cerraba los ojos para sentirla, sentir ese calor que produce ese contacto…así pasó como media hora hasta que me vine, me “desarrollé”…ella me preguntó que si “ya” y yo le dije “ya”, como por instinto.

Muy decente se paró, se sentó en la cama, prendió un cigarrillo y se empezó a vestir, mientras yo miraba el techo…mientras la sensación se desvanecía…lentamente, ella se vistió y me dijo el valor de la “vuelta”…yo me vestí y le pagué, como si nada hubiera pasado…tenía una sensación rara…me faltaba algo…salimos del cuarto, ella me dejó bajar primero a buscar a David, pero no lo encontraba…decidí salir a echar un ojo, y lo vi al lado de un teléfono público…le silbé…y camine hasta él.”

David

“Pues me vine…todo un precoz…no se si fue culpa mía, de ser tan pajizo, o de ella y su velocidad de succión, la cosa fue que me vine y ya…ella se paró, se limpió la boca y entró al baño…creo que a lavarse…yo me subí la bragueta y la esperé.
Me sentía pero mal, muy mal…como con arrepentimiento, pero bueno, ella me dijo que la “mamada” era más “económica”…le pagué y bajé haciéndome el duro, para que la gente no notara nada, me parecía que todo el mundo me reparaba, me veía. Pedí una cerveza (de puro valiente) y me senté en la misma mesa donde estábamos antes a esperar a Monsalve.

Me supuse que el “machomen” de Monsalve todavía andaba haciendo piruetas, entonces terminé mi pola y salí a buscar un teléfono a la calle, porque me entraron ganas de llamar a Anita, así no estuviera o la mamá me regañara por llamar a esa hora, no se, pero la quería más que antes.

Luego de dudar y dudar antes de marcar, salió Monsalve con su sonrisota y me preguntó cómo me había ido, yo le dije (con su misma sonrisa) bien, bien, bien…y a vos, le dije, y él me dijo, “pues, casi como me imaginaba”.

5 comentarios :: ¿Cómo es perder la Virginidad?

  1. Andrés súper buena la crónica, bacana la narración paralela y los detalles.
    Un pequeña correción ortográfica,
    sé: verbo ser o saber.
    se: pronombre.
    Hay 3 "se" en vez de "sé".
    Profe vos sos un teso.

  2. El anterior comentario lo escribió tu alumno Sebas Trujillo

  3. En el CD de mi madre “La hora Santa” , dice una frase de la Biblia... “No juzgues y no serás juzgado”.... lastima que no soy un buen practicante...

    No hace mucho terminé de leer una novela de un peruano, "Premio Herralde de Novela", cuyo título es "La hora Azul" y dice al principio de la narración (hay un autor contratado para poner su maldito estilo y su nombre en este libro)... negando su origen del autor, Alonso Cueto, para darle credibilidad a la historia... creo que lo mismo haces vos... diciendo que sólo eres un mero copista de la narración de los dos amigos... de la realidad, y que deseas mantener oculta su identidad... es un recurso de los autores... bueno por cierto.

    Pero hay cosas que no encajan en la narración... según mi particular opinión...

    Para el publico femenino puede que estos detalles pasen, pero para los hombres no....

    No conozco a una mujer que haya entrado a un burdel, que no sea una prostituta claro está, así que ellas se llevan por la imagen que pueden darle las películas, pero esta, es una representación de la realidad bastante distorsionada.

    Por cierto he llegado aquí por una buena amiga que me envió tu link, así que mi opinión, es también para ella.

    Para las prostitutas es un negocio, no es por placer.

    Una prostituta está en promedio con 1, 4, 9, 20, 30 ó 40 hombres diarios, de acuerdo a su belleza experiencia y edad... te imaginas como termina esa vagina....

    Los preservativos contienen un liquido, un espermicida, cuando hacen sexo oral parte de ese liquido termina en la garganta, y la irrita.

    El contacto físico es para ellas bastante restringido, quisiera que una mujer se imagine ser manoseada por 30 hombres al día, de toda edad , de todo color, de todo tamaño, de todo peso, de todo olor, de todo aliento. Bañados o no, con uñas largas o cortadas. Con manos que poco antes han contado sus monedas y billetes.

    Ellas no se mueven si no pones la plata. Muy importante.!!!

    No les gusta que las toquen, antes de pagar, te imaginas si lo permitieran.
    .
    Ellas sólo se muestran y dicen el costo de sus servicios. Leen el lenguaje corporal que muestran los clientes y sin decir nada ya saben quien esta interesado.

    La higiene después del acto sexual es otro proceso, dependiendo del sitio, donde el tiempo cuenta, precisamente para atender a otro parroquiano, no hay tiempo que perder.

    La primera vez es un trauma... así que los detalles se ahogan en el miedo. Sólo recuerdas chispazos. Recuerdas con mucho más detalle algo que haces con amor... no con miedo. Los tiempos interiores pasan a diferente velocidad...

    Si la situación son las chicas que te hacen tomar para el negocio, las copetineras como se les conoce, son mucho mas costosas... creo que este no es el caso.

    La imagen seductora que nos presentan en la pantalla dista pues mucho de las mujeres que por alguna necesidad tienen que vivir esa vida.

    Creo que ya hable mas de la cuenta... así que mejor la paro ahí... pero respeto a todos aquellos que escriben, me agrada la estructura de los tiempos cortados, pero creo que un mejor narrador seria la prostituta... ella con su experiencia debe tener una catalogación más divertida... si me he explayado es por ella... espero que lo tomes con buena leche.

    Cuídate.

  4. Bienvenidas sean las historias que emergen de lo cotidiano y se establecen en la mente de sus protagonistas, con evocaciones ficiticias de momentos aburridos o estresantes, de momentos de placer y dolor...bienvenidas aquellas que se atreven a reconocer un recuerdo como lo que es: una idea de lo que pasó, un bosquejo de lo sucedido, y lo describen con ese surrealismo que resulta ser tan atractivo y ensoñador.

  5. ella no le hace sexo oral con condón....